sábado, 1 de noviembre de 2008

"Cuentos para hablar"

La estimulación del lenguaje oral es fundamental para los/as niños/as en sus primeros años de vida, que coinciden con los del inicio de su etapa escolar en Educación Infantil.

Los/as alumnos/as que presentan dificultades en el desarrollo del lenguaje oral, aún necesitan una estimulación más específica y más directa, tanto a nivel Individual como en grupo.

El niño que no sabía comer

Había una vez un niño que todos los días al levantarse (abrir la boca como sí nos estuviéramos desperezando, inspirar por la nariz y echar el aire por la boca diciendo aaahhhh) iba a desayunar. Para beber la leche no apretaba los labios y se le caía casi toda (abrir y cerrar los labios de forma relajada, para beber), y algunas veces hacia pedorretas y aún se le caía más (Inspirar por la nariz y soplar haciendo pedorretas con los labios), y las tostadas se las comia con la boca abierta y se le caían todas las migajas por el cuerpo (Hacer como que estamos comiendo con la boca abierta).

Después, cuando le tocaba la hora de la comida, le pasaba algo parecido. Empezaba a comer la sopa y hacia mucho ruido. Primero soplaba fuerte para enfriarla y derramaba mucha (Inspirar por la nariz y soplar fuerte por la boca, varias veces), y luego metía la boca en el plato y daba grandes sorbetones, haciendo bastante ruido (Tomar aire por la boca como si estuviéramos absorbiendo la sopa).

Para comerse un filete con patatas, lo cogió con la mano y lo metió en la boca, (moviéndola de un lado para otro, de arriba a abajo, abriéndola mucho y muy rápido). Parecía un animal hambriento.

Por la noche se comía una copa de nata con chocolate, y no veas como se ponía la cara y todo la ropa. (sacaba la lengua mucho y la movía rápidamente de un lado para otro, hacia arriba, hacia abajo, pasándola por los labios). Más que un niño parecía un cerdo o un caballo, con esa lengua tan grande.

Pero una noche, pasó algo sorprendente, estupendo. Cuando estaba el niño durmiendo (Inspirar por la nariz y echar aire por la boca suavemente), apareció un duende, que tenía poderes mágicos, y le dijo unas palabras contando:

(- Lalaliií, lalalaaa, mañana comerás,

- Lalaliíí, lalaleee, mañana comerás bien,

Y así lo repitió varias veces.)

Entonces al día siguiente cuando se despertó (Inspirar por la nariz y echar el aire por la boca, desperezándose, diciendo aaahhh), se fue a desayunar, y se bebió la leche sin caerse una gota (glu glu glu...), las tostadas se las comió estupendamente (moviendo la boca cerrada de un lado para otro y suavemente).

Su familia estaba sorprendida, de lo bien que había desayunado. Pero cuando llegó la comida, aun se quedaron más sorprendidos, porque comió mejor todavía con cuchillo y tenedor y moviendo la boca muy bien (hacer esto último), y no se le caía nada a la ropa, ni al suelo.

Con la copa de nata y chocolate que se comió de postre, no se manchó nada. (sacar la lengua moviéndola despacio, de un lado para otro y juntando los labios uno sobre otro saboreando la copa, uuuhhmmm).

Todo lo hizo muy bien. Todos estaban tan contentos, que aplaudieron (palmadas con ritmo dirigidos).

A partir de ese día siempre comió muy bien.

Por eso, el que come bien y con educación, será un campeón.

1 comentario:

  1. Por favor, al dueño de este blog, que lo siga llevando de esta manera y no lo deje morir. Este "problemilla" es más común de lo que parece.
    Felicitaciones.
    Mando.

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